Grandes Poetas y Escritores, principalmente de nuestra tierra, que con sus versos han traspasado nuestras fronteras, han dedicado a esta hermandad a lo largo de su historia, innumerables composiciones literarias, tales como, Julio Mariscal Monte o Antonio Murciano, entre otros.
A continuación hemos querido hacer un breve resumen de algunos de ellos, con los versos más bellos dedicados a nuestras Imágenes Titulares.
«Para mis hermanos de Ntro. Padre Jesús de las Tres Caídas y María Stma. de la Amargura, por cuatro años de penitencia. Arcos y Marzo de 1944. Julio Mariscal» |
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SEÑOR DE LAS TRES CAÍDAS | MARÍA STMA. DE LA AMARGURA |
II Un lucerito besaba la sangre de tus heridas, tu madre, sola, lloraba, Cristo de las Tres Caídas, la amargura la embargaba. III Se va oscureciendo el sol, se va cerrando la tarde, se va oscureciendo el sol, y el Cristo de las Caídas se va muriendo de amor. VII Con tu amargura seguías, y nadie te consolaba, la tarde, sin sol, moría, y en tus ojos se pintaba el sello de la agonía. VIII Dame Señor tus heridas, déjame llevar tu cruz, dame Señor tus heridas y no me niegues tu luz ¡Cristo de las Tres Caídas! |
I ¡Y tu lo viste muriendo, Mare mía de la Amargura! ¡Qué blanca sobre tu frente iba poniendo la luna los reflejos de la muerte! II ¡Quién pudiera , mare mía, consolarte en tu amargura y seguirte en la agonía, y junto en la sepultura tenerte en mi compañía. V Mare mía de la Amargura, ¡qué pena me da mirarte a solas con tu dolor, ¡quién pudiera, marecita, abrirte mi corazón!
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LAS TRES CAÍDAS | ||
TRES IMPRESIONES DE MADRUGADA | A MI AMARGURA | SAETAS DEL LUNES SANTO |
II ¡Cristo de las Tres Caídas! ¡Qué pena daba mirarte! ¡Qué pena oculta!Por esas cuestas, llorando La Virgen sale en su busca, Y su corazón de plata Alumbra como la luna. ¡Ay, y no podían quitarle ¿No veis la sangre en sus hombros? ¡Hijo que cayó tres veces! Jesús de las Cuevas |
Para aliviar tu amargura no tengo gesto ni mano. Tu dolor es sobre humano. Mi voz no alcanza tu altura, no me crece la estatura de mi dolor ante el tuyo, no me queda más arrullo que el brote de una oración, no tiene mi corazón más que el eco de un murmullo, más que el eco de un murmullo para tu dolor sin fin, y no hay rincón ni confín que tu dolor haga suyo, halla sólo senda dura en tu inmenso desamparo. Ni una luz ni un alba claro mi Virgen de la Amargura en tu corazón no sientes los rumores de la vida, se ha quedado detenida con tus dolores silentes. No germinan las simientes, los soles nieblan sus luces, no suenan los arcaduces de la huerta florecida, y caída tras caída vas cosechando tus cruces.Antonio Luis Baena |
1.ª Tres veces cayó en el suelo Y otras tres se levantó. ¿Quién consuela el desconsuelo del que al suelo se cayó, siendo Rey de tierra y cielo?4.ª Tres tropiezos, tres herías, tres golpes de sangre en flor, tres horitas de agonías, tres Marías y un Amor, ¡Cristo de las Tres Caías! 5.ª Antonio Murciano |
